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Fuerte sí soy

  En cuanto sé que se presentará Intocable en la Plaza de Toros, deseo comprar boletos. No hay entusiasmo de mis amigos rockeros, los mismos que me acompañaron hace un año. En cuanto les dije cuánto quería ir y en cuanto intuyeron que era importante para mí ese año, me compraron mi boleto, a pesar de no estar convencidos por completo. Esta vez, en cuanto pude y me acordé, compré cuatro boletos.   Meses atrás, sentía que falta mucho para el concierto hasta que me advierto que resta una semana. Mi hermana quiere un sombrero para la ocasión y yo ilusamente la acompaño, sin imaginar que me encontraran (sí, los objetos a mí) unas botas altas negras y con bordados blancos (estilo que raramente me gusta). Unas botas deseadas desde hace tiempo; me encuentra también un sombrero azul y un chaleco negro con flecos. Amo cuando las cosas salen bien con el solo esfuerzo de estar en el lugar correcto a la hora indicada. Por mi cabeza pasa el deseo del outfit perfecto, ese que combine con...

Así soy yo

  La luz del amanecer cruza la ventana. Huelo el frío, es invierno. Abro los ojos poco a poco. Identifico la rutina a través de mi nariz y mis orejas. No sé qué día es, parecen todos iguales. Siento su cuerpo tibio junto al mío. Siempre tengo frío. No quiero que suene esa cosa que llaman despertador. No quiero que se vaya. No quiero que existan las palabras trabajo, oficina, ahorita, no tardo. Huelo su aroma, lo reconocería con los ojos vendados. Siento una oleada tibia sobre la cama y quiero que no existan las duchas. No quiero que suene el… Suena el despertador. Gira para darme un beso. Mar me abraza. Me siento importante cuando me da cariños. No quiero que sepa que estoy consciente desde hace minutos, deseando que el tiempo se detenga. Mantengo cerrados los ojos y recibo otro beso en la nariz. Mar pregunta cómo dormí, qué soñé, cómo estoy. No le contesto. Quiero otros cinco minutos, como algunas personas suelen decir muchas veces a lo largo de un solo día. Me alegra que se lev...

Paz

  Es un día de asueto de noviembre. No voy a la oficina. Quiero pasarla bien. Quiero, para ser honesta, olvidarme de él, olvidarme que hace un año vacacionamos felices juntos por última vez. La última vez. El día promete tranquilidad. Un mensaje de WhatsApp interrumpe esa sensación. Leo las palabras. Una gran amiga me informa que su cuñado ha fallecido. Digo inmediatamente “Ay no”. Antes de contestarle algo, pienso en la viuda. Sé exactamente lo que implica tener un ser querido muriendo en el hospital. Conozco las miradas y las palabras de los médicos y la logística que implica conseguir que se realice un funeral. Así que no hago preguntas fuera de lugar. La experiencia me ha entrenado. Mi prudencia se ha fortalecido en ese sentido. Sin prometerle nada le pido me dé información en cuanto la tenga. Ella debe tomar un vuelo a Ciudad de México para estar en ese momento con su familia y apoyar a su hermana. Me informa a qué hora llegará. Pero no quiero pensar en el compromiso de asisti...

24 de noviembre de 2024

  Pasado : Puedo verte en esa cama de hospital. Presente : Sin cerrar los ojos puedo ver tu sonrisa, escuchar tu risa y tu voz. Pasado : No siempre, pero a veces recuerdo el tono de tu piel marchitándose. Presente : Me sorprende cómo he adoptado tantas cosas tuyas: preferencias musicales, palabras, chistes, rutinas, manías, filosofías. Pasado : Recuerdo tus ojos perdidos, tus labios sellados, tus manos frías, tu cuerpo inerte. Imágenes difíciles. Presente : A veces pienso que me pedías que te sacara de allí. Pasado : Recuerdo tus piernas (que tanto me gustaban) ya sin correr, sin bailar, sin hacer ningún esfuerzo, solo estacionadas. Presente : Me enorgullece que pelearas. Pasado : ¿Peleaste? Presente : No siempre, pero seguido, pienso en tus besos, en tus abrazos y en los “te amo” cotidianos. Pasado : No hubo despedida consciente. No hubo tiempo. Presente : Pensándolo bien, no hay palabras suficientes para hacerlo. Pasado : Tomé decisiones pensando en tu bie...

De mezcal y disfraces

  26 de agosto   Él está invitado a la celebración de cumpleaños de un buen amigo de la preparatoria. Para ser honesta, mi interés en acompañarlo radica en probar esos mariscos que tanto ha recomendado el mismo amigo: un lugar pequeño ubicado en el Mercado de San Juan, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.   Llegamos tarde a la cita, los invitados ya habían comenzado a comer. Pido unos ostiones en su concha y unos tacos estilo gobernador. Deliciosos. Sin que me dé cuenta, alguien pide una ronda de mezcal para brindar por el cumpleañero. Somos unas 8 personas.   Siete personas se toman el mezcal sin pensar demasiado. Yo aguardo. Nunca he tomado mezcal en mi vida. De pronto otro compañero de la preparatoria se da cuenta que no he tomado con ellos mi shot de mezcal. Me pide que lo haga. Por fortuna traen rodajas de naranja y sal, que para mí es cómo debe tomarse el mezcal, aunque no lo haya bebido antes.   Sin que le pueda contestar, comien...

Las Vegas

  2024. Es domingo, un día que no se repetirá. Intento tenerlo muy presente para valorar que estoy viva. Es el segundo concierto de The Killers en el Estado GNP, en Ciudad de México; el grupo que abre es Franz Ferdinand. Los recuerdos me llueven. Me gusta el rasgueo de la guitarra de la banda telonera que no tiene nada de telonera, pero estoy expectante. Quiero que ya sean las 21:00 horas para hacer lo que vine a hacer, a enfrentarme a mí misma.   Todo sale perfecto. No llueve. No hay tráfico insoportable. No hay empujones. La lesión en el cuello y en el omoplato se me ha olvidado, no sé sí es mi fuerza de voluntad o la combinación desesperada de medicamento-pomada antinflamatoria-parche analgésico- collarín ortopédico.   Hoy es la primera vez de muchas cosas, pero resalta mi soltería. Soy yo contra mí misma. Yo con mis memorias contra mis expectativas. Expuesta, vulnerable, adolorida física y emocionalmente. Pretendo disfrutar de mi banda favorita, pero en realid...